Apiñuflados
Apiñuflar, palabra que no encontré en el diccionario de la RAE. Tenía una tía con bastante gracia; que siempre encontraba una nueva palabra para describir una situación. Aquí tiene que ver con una masa que no levó y por lo tanto está apiñuflada; ¿no tiene música esta palabra? por eso me gusta, tiene una sonoridad especial
martes, mayo 01, 2012
Frase de cabecera
lunes, octubre 31, 2011
Fábula de la liebre y la tortuga (Anónimo)
Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era más rápida. Para dirimir el argumento, decidieron correr una carrera. Eligieron una ruta y comenzaron la competencia.
La liebre arrancó a toda velocidad y corrió enérgicamente durante algún tiempo. Luego, al ver que llevaba mucha ventaja, decidió sentarse bajo un árbol para descansar un rato, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha. Pero pronto se durmió. La tortuga, que andaba con paso lento, la alcanzó, la superó y terminó primera, declarándose vencedora indiscutible.
Moraleja: Los lentos y estables ganan la carrera.
Pero la historia sigue: La liebre, decepcionada tras haber perdido, reflexionó y reconoció sus errores. Descubrió que había perdido la carrera por ser presumida y descuidada. Entonces, desafió a la tortuga a una nueva competencia. Esta vez, la liebre corrió de principio a fin y su triunfo fue evidente.
Moraleja: Los rápidos y tenaces vencen a los lentos y estables.
Pero la historia tampoco termina aquí: Tras ser derrotada, la tortuga reflexionó detenidamente y llegó a la conclusión de que no había forma de ganarle a la liebre en velocidad. Como estaba planteada la carrera, ella siempre perdería. Por eso, desafió nuevamente a la liebre, pero propuso correr sobre una ruta ligeramente diferente. La liebre aceptó y corrió a toda velocidad, hasta que se encontró en su camino con un ancho río. Mientras la liebre, que no sabía nadar, se quedó sin saber qué hacer, la tortuga nadó hasta la otra orilla, continuó a su paso y terminó en primer lugar.
Moraleja: Quienes identifican su ventaja competitiva y cambian el entorno para aprovecharla, llegan primeros.
Pero la historia aún no termina: El tiempo pasó y tanto compartieron la liebre y la tortuga, que terminaron haciéndose buenas amigas. Ambas reconocieron que eran buenas competidoras y decidieron repetir la última carrera, pero esta vez corriendo en equipo. En la primera parte, la liebre cargó a la tortuga hasta llegar al río. Allí, la tortuga atravesó el río con la liebre sobre su caparazón y, sobre la orilla de enfrente la liebre cargó nuevamente a la tortuga hasta la meta. Como alcanzaron la línea de llegada en un tiempo récord, sintieron una mayor satisfacción que aquella que habían experimentado en sus logros individuales.
Moraleja: Es bueno ser individualmente brillante y tener fuertes capacidades personales. Pero, a menos que seamos capaces de trabajar con otras personas y potenciar recíprocamente las habilidades de cada uno, no seremos completamente efectivos. Siempre existirán situaciones para las cuales no estamos preparados y que otras personas pueden enfrentar mejor. La liebre y la tortuga también aprendieron otra lección vital: Cuando dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra una situación, complementamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos nuestros recursos…y obtenemos mejores resultados.
Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era más rápida. Para dirimir el argumento, decidieron correr una carrera. Eligieron una ruta y comenzaron la competencia.
La liebre arrancó a toda velocidad y corrió enérgicamente durante algún tiempo. Luego, al ver que llevaba mucha ventaja, decidió sentarse bajo un árbol para descansar un rato, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha. Pero pronto se durmió. La tortuga, que andaba con paso lento, la alcanzó, la superó y terminó primera, declarándose vencedora indiscutible.
Moraleja: Los lentos y estables ganan la carrera.
Pero la historia sigue: La liebre, decepcionada tras haber perdido, reflexionó y reconoció sus errores. Descubrió que había perdido la carrera por ser presumida y descuidada. Entonces, desafió a la tortuga a una nueva competencia. Esta vez, la liebre corrió de principio a fin y su triunfo fue evidente.
Moraleja: Los rápidos y tenaces vencen a los lentos y estables.
Pero la historia tampoco termina aquí: Tras ser derrotada, la tortuga reflexionó detenidamente y llegó a la conclusión de que no había forma de ganarle a la liebre en velocidad. Como estaba planteada la carrera, ella siempre perdería. Por eso, desafió nuevamente a la liebre, pero propuso correr sobre una ruta ligeramente diferente. La liebre aceptó y corrió a toda velocidad, hasta que se encontró en su camino con un ancho río. Mientras la liebre, que no sabía nadar, se quedó sin saber qué hacer, la tortuga nadó hasta la otra orilla, continuó a su paso y terminó en primer lugar.
Moraleja: Quienes identifican su ventaja competitiva y cambian el entorno para aprovecharla, llegan primeros.
Pero la historia aún no termina: El tiempo pasó y tanto compartieron la liebre y la tortuga, que terminaron haciéndose buenas amigas. Ambas reconocieron que eran buenas competidoras y decidieron repetir la última carrera, pero esta vez corriendo en equipo. En la primera parte, la liebre cargó a la tortuga hasta llegar al río. Allí, la tortuga atravesó el río con la liebre sobre su caparazón y, sobre la orilla de enfrente la liebre cargó nuevamente a la tortuga hasta la meta. Como alcanzaron la línea de llegada en un tiempo récord, sintieron una mayor satisfacción que aquella que habían experimentado en sus logros individuales.
Moraleja: Es bueno ser individualmente brillante y tener fuertes capacidades personales. Pero, a menos que seamos capaces de trabajar con otras personas y potenciar recíprocamente las habilidades de cada uno, no seremos completamente efectivos. Siempre existirán situaciones para las cuales no estamos preparados y que otras personas pueden enfrentar mejor. La liebre y la tortuga también aprendieron otra lección vital: Cuando dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra una situación, complementamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos nuestros recursos…y obtenemos mejores resultados.
miércoles, octubre 19, 2011
Mi encuentro con la formación de usuarios
Para entrar en tema, acerco una definición de lo que se considera es la formación de usuarios:
Conjunto de actividades que desarrolla el bibliotecario para transmitir al usuario un conocimiento específico sobre el funcionamiento, recursos y servicios de información en la biblioteca.
Leo esta definición y pienso; ¿tengo que hacer docencia? Uh!!, que problema, esto a mí, no me gusta, yo no soy docente. No estoy preparada para eso. La negativa inicial. Y más tarde comienzo a reflexionar, pero…, si cuando un usuario viene a la biblioteca; me hace una pregunta sobre el material que está buscando y comienzo a explicarle donde lo puede encontrar , como usarlo, estoy haciendo docencia. Eso me hace pensar que en cierto sentido, estoy haciendo formación de usuarios. Releo la definición, si, me acerco; pero no son actividades planificadas; surgen de la necesidad de un usuario puntual.
Vuelvo a buscar en mis apuntes y leo: competencias del bibliotecario en su rol de formador
Capacitación pedagógica
Capacidad didáctica
Manejo de herramientas informáticas
Compromiso con su profesión
Dispuesto a la socialización
Capacitación permanente
Empatía
Humildad
Algunas me parece que las tengo, pero en otras estoy medio floja. Y la humildad, autocrítica mediante, no es una de mis cualidades.
Sin embargo, parece ser que la formación de usuarios es parte de mi profesión, y de lo que si estoy absolutamente segura es que el compromiso lo tengo. Habrá que planificar, diseñar y ejecutar planes de formación para los usuarios. Estoy casi convencida que lo que me invade es el pánico escénico; no es lo mismo interactuar con una persona que pararse frente a 10, 15 o 20 y llevar adelante una clase. ¿Será que tengo miedo de que mis usuarios hagan conmigo lo mismo que yo hago con mis profesores? Y aquí debería hacer un mea culpa, porque la primera vez que conozco a un profe, lo observo y lo etiqueto, no sé si está bien o está mal, pero me resulta inevitable. Si se que me resulta útil para tomar lo que me parece bueno de cada clase y lo que es negativo no usarlo cuando me toque estar la frente de mi plan de formación de usuarios.
Otra vez recurro a mis apuntes: “la formación de usuarios es formar un usuario autónomo, crítico, selectivo y creativo de información, que el aprendizaje sea significativo, sea para toda la vida. Donde pueda desarrollarse en cualquier unidad de información o servicio de información. Sabiendo la importancia de los servicios de información y referencia, como la importancia de la información para el desarrollo de su vida”.
De acuerdo en casi todo, pero me voy a dedicar a formarlo hasta un punto donde no sea completamente autónomo, no sea cuestión que ya no me necesite y me termine quedando sin trabajo.
jueves, septiembre 22, 2011
SER RECONOCIDO (anónimo)
José trabajaba en una planta empacadora de carne en Noruega. Un día cerca de finalizar su horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores para inspeccionar algo, dejando sus herramientas sobre una mesa antes de entrar. De repente la puerta se cerró y quedó atrapado dentro del refrigerador. Golpeó fuertemente la puerta y empezó a gritar, pero nadie lo escuchó, puesto que la mayoría de los trabajadores ya se habían ido a sus casas, y era casi imposible escucharlo por el grosor que tenía esa puerta.
Tras cinco horas en el refrigerador, pensó que moriría congelado. De repente se abrió la puerta. El guardia de seguridad entró y lo rescató.
Conocido el incidente, le preguntaron al guardia cómo se le ocurrió abrir ésa puerta si no era parte de su rutina de trabajo.
Él explicó: llevo trabajando en esta empresa 35 años y cientos de trabajadores entran a la planta cada día, pero él es uno de los pocos que me saluda en la mañana y se despide en las tardes. El resto de los trabajadores me tratan como si fuera invisible. Hoy me dijo “hola” a la entrada, pero nunca escuché el “hasta mañana”. Sabiendo que todavía no se había despedido de mí y viendo que se había cumplido hacía mucho su hora de salida, pensé que debía estar en algún lugar del edificio, por lo que fui a buscarlo y lo encontré.FRASES Y PENSAMIENTOS - 09.11
Boletín Electrónico
Año 5. Jueves 1 de septiembre de 2011
Sitio Web: http://www.frasesypensamientos.com.ar Correo: webmaster@frasesypensamientos.com.ar Facebook: http://www.facebook.com/pages/Frases-y-Pensamientos/239021749027
Responsable: Leonardo Lucchetti
lunes, agosto 22, 2011
Ray Bradbury stand up: el humor de un "marciano"
También ensayista y poeta, entre sus temas destacan, desde la perspectiva de las antiutopías, la censura, el racismo, la dependencia de la tecnología y de las máquinas, el miedo al otro y la angustia ante la amenaza bélica; asimismo, se adentra en el reino de lo fantástico y maravilloso en obras como El país de octubre, o en el realismo como en Las doradas manzanas del sol, en los que campea el lirismo.
domingo, agosto 21, 2011
¡Cuidado con la Lobomanía!
domingo, julio 03, 2011
Anécdotas literarias
Si son auténticas o no, o si ocurrieron tal como se transmiten (en el mismo escenario, entre las mismas personas, con las mismas palabras) no lo sabremos –probablemente– nunca.
Lo cierto es que, míticas o no, las anécdotas literarias (las anécdotas con escritores) son interesantes de leer y a veces, incluso, arrojan una que otra verdad o reflexión memorable. Veamos algunas de las que circulan:
Escribir para saber
Le preguntaron al escritor estadounidense Saul Bellow cómo se sentía después de ganar, en 1976, el Premio Nobel de Literatura. “No lo sé –respondió–. Aún no escribí sobre eso”.
El vicio todo lo puede…
En 1942, durante el sitio de los nazis a Leningrado, el brillante teórico de la literatura Mijail Bajtin –fumador empedernido, tomado por el vicio– usó todas las páginas de un manuscrito para enrollar el tabaco y armar cigarrillos. ¿La obra perdida para siempre? Un libro sobre novelas de aprendizaje, que luego nunca reescribió.
Hombres de pocas palabras
Víctor Hugo, de vacaciones, estaba ansioso por saber la suerte que estaba corriendo la publicación de Los miserables, así que escribió a su editor esta sugestiva mivisa: "?". El editor le respondió: "!", y de este modo participaron del intercambio epistolar más breve de la historia.
Entredicho transatlántico
Los padres de Pío Baroja tenían una panadería y no les sobraba el dinero. Sabiendo esto, Rubén Darío, malicioso, definió así sus habilidades artísticas: "Es un escritor con mucha miga, se nota que es panadero". La respuesta de Baroja, en el mismo tono, no se hizo esperar: "Rubén Darío es un escritor de buena pluma: se nota que es indio".
Ironías borgeanas por tres
Borges firma ejemplares en una librería del centro porteño. Un joven se acerca con Ficciones bajo el brazo y le dice: "Maestro, usted es inmortal". Borges le contesta: "Vamos, hombre. No hay por qué ser tan pesimista".
Lo invitan a Borges a un gran congreso internacional de psicoanalistas y psiquiatras en los Estados Unidos, a fines de la década del 60. Es el único escritor en el encuentro y le preguntan: “Maestro, ¿cómo se siente al ser el único escritor entre tantos psicoanalistas?”. Borges mira cómplice a María Kodama y se pone a reír: “En realidad estoy entre mis pares, ¿no es acaso el psicoanálisis una rama de la literatura fantástica?”.
Mañana de octubre de 1967, Borges está al frente de su clase de literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires. Un estudiante entra y lo interrumpe para anunciar la muerte del Che Guevara y la inmediata suspensión de las clases para rendirle un homenaje. Borges contesta que el homenaje seguramente puede esperar. El estudiante insiste: "Tiene que ser ahora y usted se va". Borges no se resigna: "No me voy nada. Y si usted es tan guapo, venga a sacarme del escritorio". El estudiante amenaza con cortar la luz. "He tomado la precaución", retruca Borges, "de ser ciego esperando este momento".
28 de junio de 2011