lunes, agosto 22, 2011

fuente: rincondelbibliotecario.blogspot.com

Ray Bradbury stand up: el humor de un "marciano"


Por: Patricia Rodón

Personaje complejo, Bradbury es un hombre simpático y a lo largo de su carrera como escritor ha dado miles de entrevistas en las que ha hecho gala de su singular sentido del humor. El autor de "Farenheit 451" hace gala de su ironía en estas citas tomadas de sus obras, textos y entrevistas.

Próximo a cumplir 91 años, Ray Bradbury es uno de los grandes maestros de la ciencia ficción, cuyas imaginativas novelas y cuentos lo transformaron también en un autor popular aun entre los lectores que no frecuentan este género.

Autodidacta, Bradbury (Illinois, Estados Unidos, 22 de agosto de 1920) es autor de Crónicas marcianas (1950), El hombre ilustrado (1951), Fahrenheit 451 (1953) y El vino del estío (1957), entre otras obras.

También ensayista y poeta, entre sus temas destacan, desde la perspectiva de las antiutopías, la censura, el racismo, la dependencia de la tecnología y de las máquinas, el miedo al otro y la angustia ante la amenaza bélica; asimismo, se adentra en el reino de lo fantástico y maravilloso en obras como El país de octubre, o en el realismo como en Las doradas manzanas del sol, en los que campea el lirismo.

Personaje complejo, Bradbury es un hombre simpático y a lo largo de su carrera como escritor ha dado miles de entrevistas en las que ha hecho gala de su singular sentido del humor.

Aquí, algunos de sus chistes “marcianos”:

“Dios debe de amarnos principalmente porque le causamos gracia”.

“La locura es relativa. Depende de quién te haya encerrado en la jaula”.

“Cuando la gente me pregunta de dónde obtengo la imaginación, simplemente me lamento: Dios, aquí y allá, hace un llamado a la locura”.

“Nunca he escuchado a quienes criticaron mi gusto por los viajes espaciales. Cuando esto ocurre, empaco mis dinosaurios y salgo de la habitación”.


"Hay peores cosas que quemar libros, una de ellas es no leerlos”

"Hay sólo dos cosas con las que uno se puede acostar: una persona y un libro”

"Sin bibliotecas, ¿que nos quedaría?; no tendríamos pasado ni futuro”.

“Usted no tiene que quemar libros para destruir una cultura. Sólo tiene que lograr que la gente deje de leerlos”.

“Los maestros están para inspirar, los bibliotecarios para cumplir”.

“A Asimov uno podría llamarlo una corneja pero no sería correcto. Isaac está en el negocio que mueve montañas, pero no las mueve, sino que come de ellas”.

“Las amebas no pecan. Se reproducen por división celular. No desean la mujer del prójimo ni se matan entre sí. Añádales a las amebas sexo, piernas y brazos y tendrá usted crímenes y adulterios”.

“¿Por qué clonar personas cuando se puede ir a la cama con ellas y hacer un bebé?”

“Continuamos siendo imperfectos, peligrosos y terribles, y también maravillosos y fantásticos. Pero estamos aprendiendo a cambiar”.

“Rodéense de personas que los quieran, y si no los quieren, échenlas”.

“No entiendo todo esto sobre las computadoras e Internet. ¿Quién quiere estar en contacto con toda esa gente? ¿Con quién quieres hablar? ¿Con todos esos imbéciles que están viviendo en todo el mundo en algún lugar? No quiero ni hablar con ellos en mi casa”.

“Más grande o más joven, el hombre gusta de jugar con juguetes. Internet y las computadoras son juguetes”.

“Cualquier cosa es buena si da resultado. Soy un verdadero pragmatista”.

“El trabajo cansa. Eso prueba que el hombre no está hecho para trabajar”.

“La vida es probar las cosas para ver si funcionan”.

“Si te gusta la vida, no es difícil mantener el sentido de la maravilla”.

“Yo no hablo de las cosas, señor. Yo hablo del sentido de las cosas”.

"Siempre pensé que uno muere todos los días y que los días son como cajones. En cada uno de esos días hay un yo diferente. Alguien a quien no conoces, o no comprendes, o no quieres comprender".

“La digresión es alma del ingenio. Tome los apartes filosóficos de Dante, Milton o el fantasma del padre de Hamlet y lo que queda son huesos secos”.

"Somos una imposibilidad en un universo imposible”.

“No estaba prediciendo el futuro, estaba intentando prevenirlo”.

“Los viajes al espacio nos harán inmortales”.

“Toca a un científico y toca a un niño”.

“La muerte quiere muerte. Se muere mejor si se sabe que a otros les pasa lo mismo. Es bueno oír que no se está solo en la tumba. Soy el guardián de ese resentimiento colectivo”.

“La vida termina como el resplandor de un film, una chispa en la pantalla”.

"Uno debe inventarse a sí mismo todos los días y no sentarse a ver cómo el mundo pasa allí adelante, sin que uno participe”.

“Si no te gusta lo que estás haciendo, entonces no lo hagas”.

“Bill, no lo hago con Windows”.

“La televisión, esa bestia insidiosa, esa medusa que convierte en piedra a millones de personas todas las noches mirándola fijamente, esa sirena que llama y canta, que promete mucho y que en realidad da muy poco”.

"La biblioteca, por otro lado, no tiene límites. La información está ahí para que la interpretes. No hay nadie que te diga qué pensar, que te diga si eres bueno o no. Lo descubres por ti mismo”.

“La ciencia no es más que una investigación de un milagro que no se puede explicar y el arte es una interpretación de ese milagro”.

“La ciencia ficción es la literatura más importante en la historia del mundo porque es la historia de las ideas. La historia de nuestra civilización comenzó así. La ciencia ficción es fundamental para que todo lo que hemos hecho y las personas que se burlan de los escritores de ciencia ficción no saben de lo que están hablando”.

“Todo lo que sueño es una ficción y todo lo que logramos es la ciencia. La historia de la humanidad no es más que ciencia ficción”.

“La cantidad produce calidad. Si sólo escribes unas cuantas cosas, estás condenado”.

“Si no se puede leer y escribir, no se puede pensar. Los pensamientos se dispersan si no se sabe leer y escribir. Tienes que ser capaz de observar tus pensamientos en el papel y descubrir lo tonto que eres”.

domingo, agosto 21, 2011

¡Cuidado con la Lobomanía!

Miguel Longarini (Desde Buenos Aires, Argentina. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Cuando niño, me contaron una fábula en la que había un pastorcito de ovejas, que siempre engañaba a sus padres diciendo que venía el Lobo a comerlos, pero la realidad era que el Lobo no venía nunca y, fue así que luego de varios falsos alertas -el pastorcito- fue creando desconfianza hasta lograr que le restaran importancia a sus avisos y no se lo escuchó más. Eso fue así, hasta que llegó el día en que el Lobo vino de verdad, y el pobre niño, termina su historia abatido sin que nadie acudiera en su salvación. Aquí cabría poner que el Lobo se comió a todas las ovejitas y de postre a él, para luego finalizar con: Colorín “Colorado” este cuento se ha acabado. (lo de pensar que “El Colo peronista” podría ser uno de los Lobos) corre por cuenta de cada lector.

En mi etapa de traspasados los cincuenta, ya no me motivan los cuentitos por más bien contados que me lo ofrezcan. Es decir, que todos los Lobos que a diario me inventan, sé de dónde vienen y para qué. Me hacen pensar que quién me miente es el mismísimo Lobo, que con su astucia, miedo mediante y fabuladores multimediáticos en colaboración, preparan el terreno para el gran festín de comernos hasta el alma.

Me preocupa la Lobo manía, por ejemplo esto de asustar con la escasez de la carne y el dinero, la del combustible cada vez mas costoso y muy demandado…Es que se anuncia malaria en medio de un panorama de real y hasta grosera abundancia para los sectores medios y altos, palpable para quién sin miedo al Lobo, puede apreciarlo de saber vivir nomás. Me sorprende la gente que se supone, debe haber enloquecido endeudándose para vacacionar, comprar autos y 4x4 de muy buen valor, motos, bicis, plasmas de mil pulgadas, aviones que salen llenos, viajes al extranjero, aumentos en las ventas de los Shopping, electrodomésticos y hasta el derrame de tanta suntuosidad para algunos negritos que, se sentencia, no deben tenerlas, por ser negros nomás. Tal vez esta locura de consumo con inflación producida, estimo, por los viejos Lobos, haya provocado un desequilibrio emocional y, antes de que el abismo los venga a llevar, los desahuciados medio clases, piensan en terminar sus vidas llenos de deudas. Insisto con este punto, considerando que las noticias son que no hay un mango ni para ayudar a dar vuelta la tortilla… Quiere decir que tanto movimiento se hace sin dinero y aguante quién aguante…

A cuidarse mis pares –seres humanos bien nacidos de tanto depredador suelto, lanzado al llano político con cartel de corderito…

Tal vez, de tanto miedo puede suceder que pueda estar pasando algo parecido a una epidemia de ceguera colectiva como nos habla Saramago (1) en “Ensayo para Ciegos” (2): Creo que No nos quedamos ciegos, creo estamos ciegos: Ciegos que ven. Ciegos que, viendo, NO VEN.

Notas:
1) José Saramago http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Saramago
2) Ensayo sobre la Ceguera http://es.wikipedia.org/wiki/Ensayo_sobre_la_ceguera

Haga click aquí para recibir gratis Argenpress en su correo electrónico.